Carla Capalli en protesta por presentacion de circo en Puerto Rico

Hace unos meses la activista pro-derecho de animales Carla Capalli realizó una protesta frente al Coliseo de Puerto Rico por la presentación del circo Ringling Brothers en la isla. Capalli y su equipo alegan que este circo es responsable por la muerte de 24 elefantes desde el 1992 y por el maltrato generalizado de otros animales.

Esta noticia me recordó una tarea que tenía pendiente hace tiempo de leer más a fondo acerca de la organización P.E.T.A. (People for the Ethical Treatment of Animals), su misión y sus creencias. La inquietud originalmente surgió luego de haber visto el programa televisivo Penn & Teller: Bullshit, un show de corte escéptico transmitido por la cadena Showtime donde los anfitriones “desenmascaran” temas controversiales -desde la medicina natural hasta los Ovnis- usando su conocido humor negro. En uno de sus shows dedicado a la PETA, Penn y Teller hacen varios puntos acerca de la organización que probablemente usted ya conocía:

Sin embargo, también hablaron de otros puntos que yo no conocía acerca de la organización y que me parecieron algo controversiales:

Estos puntos que señalo como controversiales han desatado una verdadera guerra contra la PETA. Varias organizaciones como la National Animal Interest Alliance (NAIA) han pedido oficialmente que se le revoque la exención de pago de impuestos a PETA y otras organizaciones similares. De paso, la NAIA tiene un artículo que explica las diferencias entre su organización y las “extremistas” como PETA. La AMP también explica la naturaleza de la petición contra PETA.

Esta pequeña investigación que he hecho en la web ha revelado una cantidad de retórica de ambos lados que muchas veces raya en la demagogia. Por un lado vemos ejemplos de campañas publicitarias explotadoras de parte de PETA (como ésta, ésta y éstas) y por otro vemos que algunas organizaciones opositoras son de reputación dudosa. Tome el ejemplo de PetaKillsAnimals.com, un site creado por la Center for Consumer Freedom. La CCF es una coalición que recibe fondos de la industria de la comida, alcohol y tabaco, algo que definitivamente huele a agenda escondida.

Sin duda esta demagogia es típica de una controversia que está en pleno apogeo (a pesar de que lleva años). Sin embargo, el poder de los jugadores es atípico, al menos cuando consideramos los asuntos en discusión. PETA es una organización sorprendentemente acaudalada, con un presupuesto anual de sobre $16 millones, más de 20 sitios web, campañas publicitarias masivas y fuerte cabildeo en el congreso de Estados Unidos. Supongo que por eso ha levantado la ira de la industria de la comida (en forma de la CCF). Esto no significa, por supuesto, que las críticas no sean válidas.

En cuanto a mi opinión personal sobre el asunto debo confesar que todavía no me decido del todo. Aunque entiendo el estilo “guerrillero” de las campañas de PETA como un vehículo para captar la atención (como la protesta de Capalli), algunas de sus tácticas se han pasado de la raya. Comprendo también la necesidad de la eutanasia en los refugios, pero estoy en desacuerdo en otros puntos como los de la experimentación en animales, aunque respeto su derecho a disentir. Ahora que sé estas cosas, en mis ojos la organización tiene un problema de credibilidad que se podría mejorar con un mayor enfoque en la educación seria y menos énfasis en la publicidad sensacionalista. Y en aquellas áreas como la experimentación y el vegetarianismo, sencillamente tendremos que acordar no estar de acuerdo.