Reggaeton - Censurado

En un artículo anterior (“La Música de Abajo”) hablé de cómo el Rap/Reggaetón hace tiempo tomó el lugar de la Salsa como la música con la cual los jóvenes identifican su estilo de vida. Argumenté que la caída de la Salsa se debió a una sanitización progresiva en los temas que vino como producto de la aceptación masiva del género. Desde que escribí ese artículo hace casi un año, el Reggaetón ha explotado en los medios masivos no sólo de Puerto Rico sino de Estados Unidos. Productores de Rap famosos han lanzado divisiones de sus casas disqueras dedicadas exclusivamente al Reggaetón, como P. Diddy y su “Bad Boy Latino”. Daddy Yankee es una estrella internacional bona fide, al igual que Tego Calderón, y resulta casi surreal abrir la revista Rolling Stone y encontrar un artículo dedicado a Luny Tunes.

El potencial problema de esta situación es que a medida que el Reggaetón penetra en los medios masivos como la televisión y la radio local y de afuera, corre el mismo riesgo de sanitizarse demasiado y muy pronto, lo que sería fatal para el género. Desafortunadamente, este proceso ha ocurrido en múltiples ocasiones con músicas que han crecido demasiado rápido de momento. Pasó con el Grunge, pasó con el Gangsta Rap, y con otros muchos. El proceso tiene las siguientes características:

  • Multiplicación de artistas. De un día a otro aparecen decenas de exponentes nuevos. Los cazatalentos de las casas disqueras empiezan a buscar y firman contratos a velocidades sin precedentes. En las primeras rondas de contratación se llevan a los artistas que militaban en el “underground” del género, pero más tarde firman a cualquiera. Para géneros como el Reggaetón, que se fundamentan en la credibilidad de “ser de la calle”, esto puede ser fatal. Considere el ejemplo (extremo) de Vanilla Ice en el rap americano, que literalmente inventó historias sobre un pasado violento para ganar credibilidad. En el caso del Reggaetón, ya estamos viendo la entrada de nuevos artistas que no se conocían anteriormente, incluyendo ofertas de las ciudades de Estados Unidos como Miami y Nueva York.
  • Copia de estilos. Las casas disqueras salen en busca de talento que pueda repetir las fórmulas ganadoras de exponentes anteriores. Como en realidad no buscan talento original, sino gente que pueda imitar el estilo de un Daddy Yankee o Tego, comienzan a surgir los “copiones”. De hecho, es bien fácil identificar el estilo distintivo de la rima de Tego Calderón en muchos otros que vinieron después, o el recurso trillado de la voz femenina excitada haciendo coro en la canción. La falta de innovación es lo que ha propinado la caída de géneros como el Merengue en Puerto Rico.
  • Se suavizan los temas para la radio. Los temas del sexo y la violencia, que tanta notoriedad le han traído al Reggaetón, se van limpiando cada vez más para poder llevarlos al público en masa. Lo que antes se decía directo y sin tapujos ahora se hace ambiguo o se elimina por completo. El problema es que este hablar “sin pelos en la lengua” es uno de los pilares principales del Reggaetón, y lo que, en mi opinión, le da vitalidad y relevancia. De hecho, al escuchar casualmente la emisora de Reggaetón en Puerto Rico, Mix 107.7 FM, puedo notar que esto ya está pasando; en varias horas de escuchar no encontré nada que se pudiera considerar controversial al nivel que escuchábamos hace uno o dos años en los CD’s de Reggaetón.
  • Se hace la música más pop. Poco a poco se van introduciendo elementos del pop a la música, nuevamente para hacerla más apetecible para el público general. No encuentro que este punto sea tan crítico, excepto cuando vemos a artistas como Shakira, La Secta, Ricky Martin y otros haciendo sus versiones de “Reggaetón Lite”. Aunque esto le da exposición al género, la gente empieza a pensar equivocadamente que esas canciones son Reggaetón.

Quizás estoy adelantándome demasiado y los fanáticos del Reggaetón no tienen que preocuparse por ahora. Pero creo que es importante reconocer estas señales, que se repiten una y otra y otra vez en la música. A los artistas de Reggaetón de hoy les conviene recordar que lo que los llevó hasta donde están es el filo de las letras, y que vale la pena mantenerse subversivo aún en el “mainstream”, como enseñó Eminem. Sólo esto evitará que el Reggaetón sufra una muerte temprana como víctima de su propia fama.