o, Toda la información que usted probablemente ni quería saber acerca de esta célebre canción

Bodas Negras

Un artículo que escribí el año pasado titulado Bodas Negras y otros Boleros Macabros recientemente ha estado recibiendo tráfico de gente que está buscando información en la Web acerca de esta famosa canción latinoamericana. Como mencionaba en ese artículo, Bodas Negras (o Boda Negra, como también se le llama), que toca el tema de la necrofilia, es un excelente ejemplo de cómo el bolero latinoamericano a veces bien le puede dar varias patadas en el trasero a cualquier banda Goth o Death Metal.

Aquí pueden escuchar cinco versiones diferentes de la canción, en las voces de Julio Jaramillo, Ana Gabriel, el Trío Los Condes, Oscar Chávez y Lydia Mendoza:

Si no puede ver el “flash player”, escuche las versiones MP3: (1) (2) (3) (4) (5)

La Letra:

Oye la historia que contome un día el viejo enterrador de la comarca: era un amante que por suerte impía; su dulce bien le arrebató la parca.

Todas las noches iba al cementerio a visitar la tumba de su hermosa, la gente murmuraba con misterio; es un muerto escapado de la fosa.

En una horrenda noche hizo pedazos el mármol de la tumba abandonada, cavó la tierra y se llevó en sus brazos el rígido esqueleto de su amada.

Y allá en la triste habitación sombría, de un cirio fúnebre a la llama incierta, sentó a su lado la osamenta fría y celebró sus bodas con la muerta.

Ató con cintas los desnudos huesos, el yerto cráneo coronó de flores, la horrible boca la cubrio de besos y le contó sonriendo sus amores.

Llevó a la novia al tálamo mullido, se acostó junto a ella enamorado y para siempre se quedó dormido, al rígido esqueleto abrazado.

El poema original frecuentemente se le atribuye al poeta colombiano Julio Flórez e inclusive apareció en una colección de poemas autorizada por Flórez mismo, pero en muchas ocasiones también se le atribuye al sacerdote y poeta venezolano Carlos Borges. La información en la Web acerca de Borges es escasa, pero sí se sabe que vivió una vida algo controversial. La revista Cubarte tiene una breve reseña de la historia de Boda Negra en Cuba que incluye algunos datos interesantes de Borges:

Pero Boda negra que originalmente se tituló Boda macabra, fue escrito mucho antes y circuló a partir de 1893. Su autor, como se dijo, es Carlos Borges, un venezolano que después de una juventud desenfrenada se metió a cura e hizo una rápida carrera hasta que tuvo que colgar los hábitos cuando se hizo público su amor por una monja joven y linda, y volvió a su vida de poeta erótico y de borracho escandaloso hasta que un día, en Caracas, se arrodilló en plena calle y pidió perdón por sus culpas al Obispo; lo obtuvo y se le reintegró al convento, donde, junto a poemas místicos de envergadura escribió versos de encendido erotismo. Quedó otra vez fuera de la iglesia y consiguió de nuevo el perdón, pero, incurable, se enamoró de una actriz de teatro y cayó preso cuando se dio a vivar al dictador Cipriano Castro el mismo día en que lo depuso Juan Vicente Gómez. En la celda exaltó al nuevo dictador en sus poemas y logró el indulto para convertirse en el capellán particular del sátrapa. Como tal lo sorprendió la muerte en 1932, a los 65 años de edad. Pero esa, al igual que la vida novelesca de Julio Flórez, es otra historia.

Según se dice son relativamente pocos los poemas de Borges que sobreviven hasta el día de hoy, y se le conoce más por sus discursos y oratorias que por su poesía. Al menos pude encontrar un poema suyo que definitivamente tiene un aire autobiográfico:

Pero Más Dulce

Ante la imagen de Jesús rezaba con místico fervor mi devoción, cuando cerca de mí pasó una hermana, casi rozando con mi corazón.

El demonio bíblico y maldito me hizo, ¡Dios mío!, profanar mi rezo, corrí tras ella, la alcancé, y la vida, la vida toda se la di en un beso.

Cuando a mi puesto volví cual Judas, con la cabeza baja avergonzado, el buen Jesús me dijo con ternura: «Dale otro beso…, que eso no es pecado».

Obedeciendo a Jesus prolijo corri tras ella, la volví a alcanzar, y al agarrarla me grito: “¡Bandido!” Pero más dulce la volví a besar.

El propio Borges dijo que escribió Boda Negra cerca del año 1885. La musicalización del poema se le atribuye al cubano Alberto Villalón. La vida de Borges también ha servido de inspiración para la puesta en escena de la obra de teatro Boda Macabra, del uruguayo Ugo Ulive.

Alguien hizo un vídeo para la canción en YouTube, utilizando animaciones de computadora, aunque el resultado es más jocoso que dramático. Hablando de vídeos, uno que se ajusta muy bien a Bodas Negras es Mary Jane’s Last Dance, del cantante norteamericano Tom Petty.