Para mejor ilustrar mi opinión sobre los políticos de este país dibujé la siguiente gráfica:

Inteligencia versus Humildad

Fíjense que hay varias categorías dentro de las cuales se puede clasificar una persona:

  1. Inteligente pero Arrogante: Puede ser difícil aguantar a una persona arrogante, pero si su inteligencia resulta en beneficio para la sociedad y para los que le rodean, pues se le soporta y ya.
  2. Inteligente y Humilde: Esta es la combinación más deseable, y a lo que todos quisiéramos aspirar.
  3. Humilde pero Ignorante: Quizás una persona no sea de lo más brillante, pero si es modesto entonces su humildad nos atrae a ella y nos hace sentir a gusto.
  4. Ignorante y Arrogante: Esta es la peor combinación y desgraciadamente no hay cualidades redimibles aquí. Esta es la persona que lo daña todo y después se jacta de lo bien que lo hizo y lo duro que trabajó. Es la persona que vive de y se revuelca en el “Bullshit”. En este renglón es donde se encuentra la mayoría de la clase política puertorriqueña, que con la crisis a la que han sometido al país en estos días (y por años antes de eso) han probado ser la “tormenta perfecta” de ineptitud y soberbia.

En otras palabras: son brutos y, peor aun, comemierdas. Para mí no se salva ni uno, ni de un partido ni de otro; la madre del que vote íntegro en las próximas elecciones.

Ahora, ¿en cuál cuadrante ubicarías a tu político favorito?