Foto de Bush y Rumsfeld

“Siempre se puede someter a la gente a la autoridad de los líderes. Eso es fácil. Sólo hay que decirles que les están atacando y denunciar a los pacifistas por falta de patriotismo y por poner al país en riesgo. Eso funciona igual en cualquier país.”

-Mariscal del Reich Nazi Hermann Goering, en los Juicios de Nuremberg

Así comienza el interesante documental Highjacking Catastrophe: 911, Fear & the Selling of American Empire, que explora el rol de la administración Bush en la llamada guerra contra el terrorismo a partir del ataque a las Torres Gemelas en Septiembre 11 del 2001. Cuando Michael Moore lanzó su documental Farenheit 9/11 en el año 2004, se desató dentro de los Estados Unidos una avalancha de críticas de parte de la derecha conservadora que denunció el trabajo de Moore como una mera fabricación basada en evidencia floja. El problema con el documental de Moore era que, aunque sus argumentos principales sobre la falta de justificación para el ataque a Irak eran los correctos, algunas de las técnicas que utilizó fueron altamente debatibles, principalmente la mofa y fijación con el personaje de George Bush.

El documental Highjacking Catastrophe pretende rectificar esto abordando el tema con absoluta seriedad. Para esto hace una historia detallada de los llamados neoconservadores, un grupo de intelectuales ultraderechistas que vieron la caída del comunismo a finales de los ochenta no como el momento de apagar la maquinaria de la guerra fría, sino como la oportunidad de aumentar el tamaño del aparato militar y utilizar la fuerza de manera más agresiva y unilateral, con el fin de construir una nación norteamericana que no pueda ser retada en su potencia en el futuro previsible.

El equipo que trajo Bush en su llegada a la Casa Blanca en el 2000 es un “who’s who” de los neoconservadores más importantes en Estados Unidos, incluyendo a Dick Cheney, Donald Rumsfeld y Paul Wolfowitz. En 1992, Wolfowitz, trabajando en el departamento de defensa, escribió la primera versión de una nueva estrategia de defensa nacional titulada la Guía para la Planificación de la Defensa (Defense Planning Guideline), también conocida como la Doctrina Wolfowitz, que tenía como idea central la necesidad de aumentar drásticamente los gastos de defensa y la disposición de atacar territorios extranjeros de manera preventiva, usando la fuerza que fuera necesaria para establecer un nuevo orden mundial, sin necesidad de consultar con aliados. La motivación principal de esta doctrina era evitar de una vez y para siempre la aparición de nuevos rivales del poderío estadounidense y, citando del documento, “acceso a materia prima vital, principalmente petróleo del Golfo Pérsico”.

Duarante los años de la presidencia Clinton, estas personas se afiliaron a organizaciones de pensar conservador, y en el año 2000 redactaron otro documento titulado Reconstruyendo las Defensas de América (Rebuilding America’s Defenses), que revivía la doctrina Wolfowitz y esbozaba prominentemente la eliminación de estados como Irak. El documento mismo reconocía que el proceso que tendría que darse para que el pueblo norteamericano aceptara una visión tan radical sería uno muy largo, a menos que, en las escalofriantes palabras mismas del documento, ocurriera “un evento catastrófico y catalizador, como un nuevo Pearl Harbor”.

Este documento se escribió en septiembre del 2000, un año antes de los ataques a las torres gemelas en Nueva York.

El resto es historia. El ataque original a Afghanistán fue sólo un paso para el verdadero objetivo: Irak. Cinco horas después de los ataques en Nueva York y Washington, Rumsfeld ordenaba a sus ayudantes a delinear el ataque a Irak y a recopilar cualquier evidencia que involucrara a Saddam Hussein a estos actos. Trágicamente, la guerra en Irak ha cobrado, hasta este momento, la vida de más de 1,800 soldados norteamericanos, y la cifra de muertes reportadas de civiles iraquíes es de 25,000 aproximadamente. Muchos estiman que la cantidad real, incluyendo las no reportadas, sobrepasa fácilmente las 100,000. Las armas de destrucción masiva no existían. Hemos visto los reportes de abuso de parte del ejército a los iraquíes capturados en combate. Y ahora el terror se ha extendido a los aliados de Estados Unidos en la guerra: España e Inglaterra.

Mientras tanto el gobierno neoconservador ha montado todo un andamiaje con el propósito de recordarle al ciudadano una y otra vez que el terror está tocando su puerta. En el momento que escribo esto el nivel de amenaza del Homeland Security se encuentra “elevado” (amarillo), lo que significa que hay “riesgo significativo de ataques terroristas”. Además, para el sistema de transportación pública el nivel de amenaza es “alto riesgo de ataques terroristas” (anaranjado). Esto es sólo un nivel más abajo de “severo” (rojo), que presumo que significa que el ataque es inminente o que ya ocurrió. Desde que se implantó este sistema de alerta no recuerdo haberlo visto más abajo de “elevado”. Tristemente, la manipulación del terror en el público estadounidense por parte de su gobierno efectivamente ha superado a cualquier grupo terrorista. Parece que Goering tenía razón.