El Hombre de Negro, Johnny Cash

En la ocasión del estreno de la cinta biográfica Walk the Line, sobre la vida de Johnny Cash, hace un tiempo decidí dar un paso hacia conocer la música de este legendario cantautor del country norteamericano. Anteriormente no había escuchado nada de Cash, excepto por algunas bandas sonoras de películas recientes como Kill Bill Vol. 2. También podríamos decir que el country no es exactamente mi música preferida, pero lo poco que había escuchado fue suficiente para interesarme más. En este caso comencé por el final. American IV: The Man Comes Around fue el último disco que Cash grabó; la cuarta colaboración con el überproductor Rick Rubin donde Cash mezcla sus canciones clásicas con nuevas canciones de su autoría y además hace covers de artistas del rock moderno.

Lo único que puedo decir es, wow.

La voz de Cash es embrujante. En la canción título, The Man Comes Around, Cash pinta un cuadro absolutamente espeluznante del apocalipsis bíblico, alternando versos originales con pasajes leídos verbatim del libro. Es suficiente para erizarle los pelos inclusive a alguien tan indiferente a la religión como yo. Supongo que por eso la escogieron como canción tema de la cinta de terror Dawn of the Dead (2004). Otras canciones, como las clásicas Give My Love to Rose, Streets of Laredo y Sam Hall sirven como una excelente introducción al mundo del “hombre de negro”. Definitivamente este no es el country que usted ha escuchado por ahí.

El álbum es también exitoso en el área de los covers. Hung my Head, original de Sting, parece escrita por el mismo Cash. El cover de Personal Jesus de Depeche Mode es fascinante aun cuando está lleno de frases y palabras que de primera intención no parecen encajar con la figura de Cash. Pero la mejor de todas es probablemente Hurt, original de Trent Reznor de Nine Inch Nails, que adquiere en la voz de Cash un aire tan triste y conmovedor que en ocasiones ha sabido arrancarme una lágrima. Todavía más intenso resulta el vídeo que se hiciera para la canción (puede verlo aquí), donde vemos a un Johnny Cash en franco deterioro de salud, literalmente esperando por una muerte que lo alcanzaría poco después.

Presiento que lo que me ha hecho enamorarme de este álbum es a conexión tan cercana que hay con el sentimiento en cada canción, similar al efecto que hace en mí la urgencia de un Silvio Rodríguez. Es uno de esos discos que, luego de escucharlo, cualquier otra canción pop se hace absolutamente superficial en comparación.